miércoles, 22 de marzo de 2017

Sherlock Holmes

Sherlock Holmes es un hombre de unos 180 cm de altura. Extremadamente delgado y con una fuerza que su aspecto desmiente. Tiene unos ojos agudos y penetrantes y una nariz fina y de rapaz que le aporta viveza y determinación. La barbilla es prominente y maciza. Y sus manos están usualmente manchadas de tinta o de productos químicos que, a pesar de esto, se muestran delicadas al usar los instrumentos de física.

Es un estudiante solitario que realiza investigaciones en el laboratorio de química del hospital, en el cual invierte muchas horas, tanto ahí como en la sala de disección. Pero al igual que puede pasar días enteros dentro del laboratorio, también pueden pasar semanas y no aparecer por allí. La misma situación se repite en casa, tiene prontos en los que se pone a trabajar intensamente y luego reposa durante días enteros. Lo definen como un experto en anatomía y un químico de 1ª clase, pero curiosamente no ha asistido a ningún curso de medicina y sus rutas de estudio son dispares y excéntricas. Posee un carácter científico que raya la frigidez y habita en él la pasión por el conocimiento detallado y preciso. También es detective asesor. Es aficionado tanto a la observación como a la deducción y sigue la Ciencia de la Deducción y el Análisis. Sherlock tiene una especie de intuición que combinada con su capacidad de observación es capaz de resolver casos sin salir de su habitación.

Holmes tiene un acopio de saberes impresionante, aunque sólo en algunas materias. Él mismo dice que selecciona el contenido que quiere reservar en su cerebro y desecha el que no le interesa. Tiene inmensos conocimientos en química, en anatomía y en literatura sensacionalista. Respecto a la geología tiene saberes prácticos aunque restringidos y en la botánica son desiguales. Sin embargo, no conoce nada acerca de la literatura, la filosofía, la astronomía y respecto a la política escasos datos. Está familiarizado con los aspectos prácticos de la ley inglesa.  Es un experto boxeador y esgrimista de palo y espada. Y también un músico con muchas cualidades. Toca el violín bastante bien y ejecuta piezas complicadas. El instrumento suele reflejar al exterior los pensamientos del músico.

Respecto a su personalidad es un hombre de ideas peculiares. Es engreído y fanfarrón, con un aire de negligencia que raya la afectación, aunque no es mala persona. Es melancólico en ocasiones lo cual, según él, no se debe a mal humor o resentimiento, aunque resulta comunicativo en vena. Es de maneras suaves y hábitos regulares entre los cuales cabe destacar los paseos largos por la ciudad. A Watson le recuerda al Dupin de Allan Poe y Sherlock excita en él la curiosidad. Sherlock se siente contento con los halagos, la sorpresa y la admiración que Watson expresa sobre él.

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